Kromberg & Schubert es una fábrica
autopartista alemana, radicada hace quince años en la
Argentina. Produce
tableros eléctricos al igual que Lear, pero en este caso para Volkswagen y Mercedes.
Las/os operarias/os están encuadradas/os
en convenio de Plástico –en lugar de mecánicos como debería ser– por lo que
cobran sueldos de $4200 los de planta y $3600 los tercerizados (que son el 60%
de las/os trabajadoras/es), casi la mitad de lo que cobrarían si estuvieran bien
encuadrados. En la planta hay alrededor de 600 operarias y operarios, el 80 %
son mujeres muy jóvenes, en su mayoría madres solteras. Ellas, junto al resto
de los compañeros y compañeras, luego de soportar años de explotación
decidieron organizarse y luchar contra la precarización laboral.
Es así que hartas/os de los delegados
traidores del sindicato del plástico, puestos a dedo por la empresa, por
primera vez en 15 años eligieron delegados verdaderamente representativos y una
comisión interna, que obviamente la patronal se niega a reconocer. Y no solo
eso, sino que también se da el lujo de despedir a 12 compañeros, muchos de
ellos delegados y miembros de la comisión interna.
La primer medida ante esta avanzada de la
empresa, fue cortar el acceso al Parque Industrial durante 15 hs, medida que le
implicó a la patronal tener que hacer frente a una multa multimillonaria, ya que
hay un acuerdo con la cámara empresarial de que ese acceso no puede estar
interrumpido por más de 4 hs. De esa manera obtuvieron el primer triunfo de una
conciliación obligatoria.
Sin embargo al terminar la conciliación,
los despedidos seguían sin ser reincorporados, por lo que se votó un paro de 48
hs y un corte en avenida Callao y Corrientes en Capital. Iniciando la semana
con estas medidas de lucha, que fueron recogidas por los medios de comunicación
y se ganaron la solidaridad no solo de otras fábricas y sectores en lucha, sino
también la simpatía de una parte importante de la sociedad.
El lunes mientras se realizaba el corte en
Callao y Corrientes, un grupo de trabajadores asistía a una reunión en el
Ministerio de Trabajo, en la que no tuvieron una respuesta favorable, y otra
parte de los obreros y obreras, permanecían en la puerta de la fábrica en
Pilar, donde fueron reprimidos/as por la policía y la infantería que
permanentemente estaba ahí, y que sin importarles golpearon hasta mujeres
embarazadas.
El martes se mantuvo el paro,
permaneciendo en la puerta de la planta, soportando en amedrentamiento y la
provocación permanente de la infantería que se encontraba vigilando todo, con
perros, carros hidrantes, y hasta 5 unidades para el traslado de detenidos.
Actuaban al servicio de la empresa, garantizando que los micros que traían a
las/os operarias/os del turno tarde entren sin detenerse hasta estar dentro de
la fábrica. Evitando a quienes iban llegando la posibilidad de quedarse en la
lucha a la par de sus compañeras/os, sin embargo gracias a la intervención de
representantes de los derechos humanos, se logró que las/os trabajadoras/es en
lucha puedan hablarles a sus compañeras/os en los micros antes de entrar a la
planta, y así una gran cantidad decidió quedarse a bancar la medida.
Esa tarde mientras acompañábamos el
reclamo, charlamos con un grupo de jóvenes, varones y chicas laburantes de la
planta. Nos contaron cómo es trabajar en Kromberg & Schubert y porqué se
sumaron a la lucha. Todos hacían referencia a que los ritmos de producción son
brutales, los ponen en la línea con escasa experiencia y capacitación, los que
no se adaptan rápidamente al ritmo, no
quedan. Tienen 10 minutos para desayunar a la mañana y 30 para el almuerzo en
la planta. Las idas al baño también están contempladas dentro de esos 40
minutos, o bien hay que adelantarse en la línea para tener tiempo de ir corriendo
y volver enseguida. Y si se retrasan en la producción deben quedarse después de
hora (tiempo no remunerado) o tomar parte del tiempo de su descanso.
Las/os supervisores/as hostigan todo el
tiempo para aumentar la productividad, recorren la línea al grito de “corro y
me adelanto! corro y me adelanto!”, una de las chicas contaba: “corro no es una
forma de decir, en la línea corremos para no atrasarnos, ellos aprietan un
botón para que la línea vaya más rápido y piensan que nosotros tenemos ese
mismo botón, pero no…”
Uno de los chicos nos decía, “Si te
enfermas o te sentís mal, te dan algo y tenés que seguir trabajando, tenés que
estar muy mal para que te manden a tu casa” nos contaba una anécdota de un
compañero que ahora es delegado, que tenía una infección muy fuerte en la muela
y le dieron una dorixina, la supervisora al ver que le pasaba algo se acercó y
le pregunto, cuando él le contó ella le respondió “igual vos trabajas con las
manos no con la muela, así que…”
También nos contaron que gracias a la
lucha que vienen dando consiguieron que las obreras embarazadas, a partir de
los tres meses de embarazo dejen de trabajar en la línea de producción y pasen
a realizar otras tareas, dado el brutal ritmo de trabajo.
Ese día también se decidió en asamblea,
el corte del miércoles de la Panamericana, donde los/as trabajadores/as de
Kromberg demostraron una vez más su fuerza y su coraje, y la solidaridad que
han logrado recoger de todo el movimiento obrero y popular. Hicieron escuchar
su reclamos y cantaban “¡Donde está,
Cristina donde esta!”. De esta manera lograron ser nuevamente recibidos en el
Ministerio de Trabajo, aunque este sigue sin dar una respuesta acorde al
reclamo.
Seguiremos apoyando y acompañando la
lucha de las obreras y obreros de Kromberg, su triunfo fortalecerá a todo el
movimiento obrero y también las luchas de todas las mujeres.
Vamos por:
- Reincorporación de todos los/as
despedidos/as y reconocimiento de los legítimos representantes de los
trabajadores y trabajadoras
- Aumento salarial acorde al trabajo
realizado
Viva la lucha de Kromberg!!!
Insurrectas -mujeres x la liberación-
19/07/2013
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